Aunque vivimos en un mundo digital en el que las redes sociales y las páginas webs están a la orden del día, la tarjeta de visita sigue siendo un buen recurso a la hora de presentarnos como profesionales ante la sociedad. Ese pequeño trozo de cartón dice mucho sobre nosotros, así que tenemos que cuidar muy bien su diseño para causar impacto en nuestros posibles clientes de Sevilla. Tener una tarjeta perfecta muy sencillo: sólo tenemos que contar con un poco de imaginación y una imprenta en Sevilla que haga realidad nuestro diseño.
Fondos y colores
Una tarjeta en blanco y negro es muy sosa. Pero una con colores estridentes y contrastes imposibles será demasiado llamativa. Hay que buscar una combinación adecuada para transmitir el mensaje que queremos: profesionalidad, seriedad, dinamismo, creatividad… No todos los profesionales son iguales, así que tenemos que buscar el punto en el que destacamos y plasmarlo en la tarjeta.
El tamaño importa
Lo habitual es que las tarjetas sean un poco más pequeñas que el carnet de identidad y con un formato rectangular. Innovar un poco en este aspecto puede ser la clave para que guarden nuestra tarjeta, pero tampoco hay que pasarse. Un tamaño demasiado grande hará que la abandonen, y una tarjeta muy pequeña podría perderse entre los papeles. Ahora se estilan mucho las tarjetas cuadradas o las rectangulares con un ancho un poco más pequeño de lo habitual.
Buenos materiales
Aquí es donde entra en juego la imprenta de Sevilla que hayamos elegido. El acabado debe ser perfecto ya sea mate, con brillo o con un material innovador. Podemos jugar con plásticos finos para obtener una tarjeta transparente, o un cartón de una textura distinta a la que se utiliza siempre para que llame la atención.
